Parámetros de conservación de Physalis peruviana
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Rev. Agrop. Sci. & Biotech. Vol. 01, No. 02, 2021. pp. 42-55. ISSN: 2788-6913
De la tabla 4, se observa que el aguaymanto que
mantiene el cáliz durante el almacenamiento se
conserva mejor, apreciaciones que coinciden
Arex (citado por Ramos, 2011). Asimismo, se
observa el incremento de pérdidas de peso
durante el almacenamiento, incidiendo en la
reducción de peso por la transpiración de las
frutas y hortalizas como lo afirman Safdar et al.
(Citado por Ramos, 2011).
Por otro lado, se aprecia que el aguaymanto de
las zonas altas presenta mejor textura 249.18 gf
(Ichocan) en relación a las zonas bajas de 231.23
gf (Huandobamba), resultados que
probablemente otorguen las condiciones
climáticas de mayor resistencia en este atributo.
De la tabla 5, las medidas biométricas de peso
fluctúan en los rangos de 2.60 a 4.21 g, valores
que van en aumento al cambiar de estado de
madurez del 2 al 6, asociados con el desarrollo
y maduración del fruto al llegar a la madurez
comercial. Al respecto, Dostert et al (2012)
señalan que bajo condiciones de invernadero
se han registrado los siguientes valores de peso
promedio del fruto: Colombia (4,2 g), Sudáfrica
(6,6 g) y Kenia (8,9 g), resultados que
concuerdan con el estudio.
El contenido de sólidos solubles aumentó del
estado de madurez 2 al 6 de 12.20 a 14.97 °Brix
y el porcentaje de acidez descendió de 2.33 a
1.81 % de ácido cítrico e inversamente
proporcional con el pH que fluctúa en el rango
de 3.67 a 3.78, debidos al proceso de
maduración de los frutos, valores que son
cercanos a los reportes de INCOTEC (Citado
por Vega, 2008). En cuanto a los valores
obtenidos de pH y acidez, se encuentran
dentro de los rangos mencionados por
Hernández (2013), quien indica que el
aguaymanto de buena calidad tiene porcentajes
de acidez total titulable entre 1.6 y 2.0%.
Los resultados obtenidos del color para la
superficie del aguaymanto, en los estados de
madurez del 2 al 6 fluctuaron para L* 66-10-
70.9 (alta luminosidad); a* 10.70-15.22
(tonalidades rojizas) y b* 53.40-54.89
(tonalidades amarillas), valores cercanos a los
encontrados en bibliografía: 71.37 ± 1.10; 15.20 ±
0.48 y 61.76 ± 1.34, para L*, a* y b*,
respectivamente, reportados por Hernández
(2013), que probablemente se deban al estado
de madurez, ecotipo, condiciones
climatológicas y prácticas culturales, entre otras
(Ramos, 2011).
Los valores de textura fluctuaron de 244.5 a
156.70 g
f
, variaciones inherentes al estado de
madurez 2 a 6, debido a los cambios en la
estructura y composición de las paredes
celulares, mediante la degradación e
hidrolización enzimática de sustancias
celulósicas, pécticas y de ácidos
poligalacturónicos (Ramos, 2011).
De la prueba de preferencia entre los estados de
madurez 2 y 4, se reportó que existe suficiente
evidencia estadística para aceptar que al
menos uno de los estados de madurez es de
diferente calidad. Para el caso de los estados de
madurez 3 y 5, se registró no diferencias
significativas. Sin embargo, los resultados
están asociados con el menor puntaje a través
de la prueba no paramétrica de Friedman,
equivalente a una mayor preferencia.
Asimismo estos resultados fueron contrastados
mediante la prueba t, resultados que revelan
que los estados de madurez 2 y 4 muestran
diferencias significativas, reportes que
coinciden con las apreciaciones de los jueces
que mencionan que el estado de madurez 2, el