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I. INTRODUCCIÓN
El crecimiento desmedido del factor económico a
nivel mundial y la creciente internalización de las
economías y los capitales han generado problemas que
comprometen hoy el bienestar y desarrollo de amplios
sectores poblacionales, e incluso de innumerables
países, con la crisis a escala global. Las empresas, al
adoptar una actitud proactiva frente al cambio climáti-
co e involucrar el cuidado y protección del medio
ambiente a su planeación estratégica, inician el cami-
no hacia una economía con “rostro humano”, que les
permitirá obtener una fuente de ventaja competitiva y
un mejor posicionamiento en el mercado (Aragón,
2008). Estos elementos no están reñidos, sino al con-
trario. Los problemas medioambientales no se solu-
cionan con, simplemente, conservar, es indispensable
el compromiso, por ser el eje fundamental del desarro-
llo sostenible (Torres, 2012).
La aportación informativa sobre la calidad y el medio
ambiente es decisiva. La empresa debe reducir costos
que afecten la calidad y simultáneamente mejorar su
desempeño medioambiental. En este escenario global,
aquellas organizaciones que logren aprovechar las
condiciones del mercado, transformen sus sistemas
productivos de manera sostenible, enfoquen su gestión
desde los procesos y adopten una orientación al clien-
te, al valorar todos los bienes y recursos implicados en
la cadena de valores lograrán integración en su estrate-
gia, protección ambiental, efectividad y excelencia
empresarial. Mallo et al. (2000) refiere que la estrate-
gia competitiva es la manera que la empresa tiene de
competir, es decir, el conjunto de objetivos que una
empresa busca en el mercado y a las políticas necesa-
rias para alcanzarlos al utilizar herramientas de ges-
tión para planificar, registrar, controlar y gestionar
todos los procesos y actividades involucrados en la
generación del valor. Una de las herramientas que
permite medir la eco-eficiencia en términos económi-
cos agregados, así como la valoración de la calidad
implícita de los productos, es la contabilidad de ges-
tión, al identificar costos ambientales y de calidad que
no se habían tomado en consideración, provee a los
sistemas de gestión con información adicional que
puede facilitar la toma de decisiones y la adopción de
estrategias operacionales en la empresa (Leal, 2005)
Desde el punto de vista tecnológico, para atender los
temas de calidad y medioambientales, la certificación de
las empresas por medio de las normas ISO 9001 y
14001 respectivamente, es una de las herramientas de
mayor uso, debido a los beneficios que traen consigo
tales como ahorros, mejoras organizacionales, reduc-
ción en costos, el prestigio que la sociedad y los clientes
reconocen, el compromiso de todo el personal que está
involucrado en la organización y, en definitiva, una
mejora continua. Por ende, la evaluación empresarial
requiere la utilización de indicadores que informen
acerca del desempeño de la organización desde una
triple dimensión (calidad, medio ambiente y produc-
ción) para servir como sistema de detección de las malas
prácticas y su origen (Salvador, 2016; Salas, 2016).
Un sistema de gestión está conformado por un conjun-
to de elementos de análisis, ordenados en etapas y en
un proceso de flujo continuo y son conducentes a
lograr mejoras en la estructura y estrategia organiza-
cionales. Los elementos a los que se hace referencia
son los sistemas de información, los de análisis cuali-
tativo y cuantitativo, los financieros y no financieros y
todos los que componen la estructura organizacional
de una empresa. El propósito de estos sistemas, está
relacionado con las mejoras en el rendimiento de la
empresa, reducción de gastos y conseguir un funciona-
miento con equilibrio. En un sistema de gestión admi-
nistrativo, la etapa de control de gestión es sin lugar a
dudas la más relevante. A través de los diferentes
estándares establecidos, la comparación del desempe-
ño con esos estándares y la detección de las causas que
las originaron, se dispondrá de información para reali-
zar acciones correctivas y preventivas para que los
resultados finales estén cercanos a los objetivos espe-
rados (UA, 2018).
Las decisiones empresariales se deben basar en datos
objetivos, que solo pueden obtenerse si se utilizan las
herramientas de gestión. Se necesitan más que datos
económicos, es preciso incorporar elementos ambien-
Rev. de investig. agroproducción sustentable (3): 67-76, 20 2520-97604 20 ISSN:
Gestión productos lácteos
Mastrapa BM